En casa nos despertamos todos con la radio. Como no la enchufe a todo trapo en el cuarto de los niños, en cuanto me meto en la ducha se dan todos media vuelta en la cama y se vuelven a dormir; bueno incluso con la radio!
Me acuerdo el día 19 de octubre de 2011, que me tocaba quimio, cuando iba despertando niños con la radio puesta, el locutor dijo que era el día mundial contra el cáncer de mama, y me acuerdo también que mi hijo Tayo me dijo «Qué suerte mamá, hoy en el hospital vais a tener fiesta, igual hasta te dan una Fanta!!» Y me hizo mucha gracia, la verdad.
Creo que ese día me enteré de que existía el lazo rosa.
Estaba yo con la vía puesta y pensaba «¿y esto del lazo rosa que tiene que ver conmigo???»
Reconozco que ese año lo viví bastante escéptica; yo calva, sin pestañas, con una doble mastectomía reciente y un cansancio y un malestar general que no encajaba nada con fiestas, conciertos, edificios que se iluminaban y lazos rosas por todas partes. Sentía como que no iba conmigo ni con ninguna de mis compis enganchadas en la sala de la quimio; que era algo ajeno a las pacientes, como cuando ves en la tele la fiesta del día de la marmota que aquí, ni nos va, ni nos viene. Bueno no; en realidad pensaba que todas esas personas que estaban de fiesta no tenían ni idea de lo que era el cáncer de mama.
Pero ese sentimiento ha cambiado a lo largo de estos cuatro años y he logrado entenderlo y darle coherencia.
Efectivamente ese día y ese lazo no son para las pacientes (algo sí, luego os cuento); el 19 de Octubre y todos los actos y acciones que se realizan en torno al lazo rosa, son actos simbólicos que sirven para dar visibilidad a una enfermedad que se puede prevenir y se puede curar y que, cuanto antes se detecte, mejor pronóstico tiene.
Lo que se pretende es que las chicas y mujeres sanas, sean conscientes de que el cáncer de mama existe, que su incidencia crece constantemente, que cada vez afecta a personas más jóvenes y que estas chicas sanas se conciencen de la importancia de llevar un estilo de vida saludable, se preocupen por sus revisiones, estén alerta ante las señales que indican que puede haber un problema y actúen en consecuencia.
Pero las pacientes también salimos ganando…
Casi todas las acciones de venta asociadas al lazo rosa, además de mejorar la imagen de la marca que las promueve, tienen como objetivo donar parte de sus beneficios a proyectos de investigación. Y de esos proyectos de investigación salimos beneficiadas pacientes pasadas, presentes y parte de esas que hoy son chicas sanas y que tendrán algún día cáncer de mama.
Que hay que ponerse un lacito en la solapa, ir a una fiesta, o a un concierto, o comprarse una crema o una pulsera o mandar un whatsApp??? Pues cada una que haga lo que quiera y que actúe con coherencia.
Hay mucha gente buena que no cobra nada y con su imagen ayuda a dar visibilidad a la enfermedad, pero también están los que no pintan nada en esta historia y además de enriquecerse, la excusa les sirve para tranquilizar su conciencia.
Bueno compis, que paséis el lunes un día Estupendo! Y a las que os toque estar o pasar por el hospital, a ver si os dan una fanta. A mi no me tocó! Jajajajaja…y buscad la nueva edición de revista ROSE que ya está en todos los hospitales. 🙂
21 octubre, 2015 en 11:27 am
Buenos días!
María, me ha encantado este post…Exactamente, yo tuve esta misma sensación que tú respecto al lazo rosa…a mí también me coincidió que fue justo cuando empecé la quimio, el año pasado, y en mi experiencia, esta fue la época más difícil del proceso (yo tuve la quimio antes de la operación); así que más que otra cosa, me sentía abrumada…pero este año es distinto! La esperanza está de vuelta, y el rosa resplandece:-)
Ánimo a todas que están ahora en la cuesta arriba, que por muy dura que resulte, PASA, de verdad….!
Buen miércoles a todas!
Evelyn
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17 octubre, 2015 en 12:53 pm
La verdad es que desde hace un mes me es muy difícil sentirme estupenda. Ahora es mi madre la que tiene cáncer de mama y aunque su pronóstico es excelente no se libra de la quimio. Por una parte es todo más fácil porque ya sabemos lo que es pero también más triste porque no nos dan tregua. En la revista rose entrevistaste a una superviviente cuya huja tuvo también cáncer y en tu entorno también has tenido casos de amigas. ¿Se te ocurre cómo se puede enfocar con optimismo una situación tan compleja donde se duplican las visitas al médico y la angustia?
Por cierto mi oncologa, Lucía González Cortijo, de Quiron Pozuelo ha organizado un equipo de running de supervivientes de cáncer de mama e incluso de pacientes en tratamiento. Tenemos camisetas, pulsometros y un grupo estupendo de entrenadores que voluntariamente nos están ayudando a recuper la forma fisica.
Un abrazo
16 octubre, 2015 en 12:54 pm
Reblogueó esto en teikitisi.
16 octubre, 2015 en 4:42 pm
Genial! Me alegra pensar que tú también estás en esa linea Nieves, como paciente y como bloguera. Bss