Estaréis de acuerdo conmigo, si no me quedo calva, yo encantada de que me den todos los años un poquito de quimio, ¡por si acaso!
Para mí, lo más impactante; la caída del pelo y la bajada de defensas!
Justo lo que vuelve enseguida a su estado anterior.
Yo lo tuve fácil; mi padre había muerto justo un año antes y era la primera vez que mis hijos se enfrentaban a la muerte y al cáncer, todo junto. Así que decidimos que los pequeños no asociaran mi enfermedad con que me podía morir y les contamos una mentirijilla :» a mamá le quitan un bulto» (fatal, no me gusta nada mentir), pero creo que fue una buena decisión porque nos obligaron a todos a mantener el tipo. Se lo conté todo antes de sacar este blog!
Por tanto, única opción: PELUCA, y lo más parecida posible a mi melena.
Me contaron que las mejores eran de pelo natural,(carísimas, pero valen lo que cuestan) y me fui en su búsqueda una tarde con mi hermana Lourdes como asesora de imagen. Me resultó hasta entretenido, en el primer sitio, muy marketiniano, te recibían con mucha solemnidad en un despacho y te enseñaban en una inmensa pantalla de Mac un montón de fotos de «el antes y el después»; te traían una peluca para que tocaras el pelo y te decían el precio, momento en que ¡te caes de espaldas!
Nos vamos a la segunda cita, un local mucho más friendly, sin fotos ni autógrafos de famosas, donde con toda naturalidad me empezaron a traer pelucas parecidas a mi pelo de color, de largo, …me las probaban :»no, con raya enmedio no, espera que te la peinamos con raya al lado»; volvían:» así ideal, bueno no, un poco aseñorada, espera que le hacemos unas ondas como las tuyas»; hasta que dimos con el look. ESTUPENDA!
Al principio me veía rara porque tenía un poco de flequillo para disimular el inicio de la frente, pero ¡ERA YO! Tengo testigos; toda la gente que se ha enterado de que había tenido cáncer cuando me la quité.
Bueno, ya tengo la peluca, ahora a esperar el día número 15 después de la primera quimio. Estaba avisada :«te rapas en cuanto se te caiga el primer pelo»
Empecé quedándome con un pelilo en la mano cada vez que me quitaba las gafas de sol, gesto habitual en pleno Agosto. Estaba en Mallorca Intentando aguantar hasta el día de la segunda quimio que tenía hora para raparme y colocarme la peluca como Dios manda. No me apetecía nada hacer la operación por mi cuenta. Me las arreglé para solo peinarme en la ducha y con mascarilla, sin frotar, ni darme tirones y aguanté hasta el día de volver a Madrid. Aunque se me caía el pelo a mechones (y las lágrimas a la vez), no se notaba lo que clareaba.
Creo que mi peor momento de todos los procesos de esta enfermedad fue ese día antes de volver a Madrid que decidí despedirme de mi melena y darme un baño de esos eteeeeernos en el mediterráneo. Salí con una maraña enredada con una goma, con las gafas de bucear, con arena, salitre,… un horror! Por tonta, por no tener previsto que me tenía que rapar ese día número 15 que empezó el proceso. No te hagas ilusiones, si te dice el oncólogo que se te cae el pelo, SE TE CAE!
Bueno, me rapo, te dan siempre opción a taparte el espejo, y si quieres nunca te ves calva. Yo me ahorré el momento maquinilla pero luego me veía en casa en el espejo sin problema, después del shock claro! Me dí cuenta de que tenía las orejas un poco puntiagudas!
Importante que te dejen las patillas y el principio del pelo de la frente sin rapar, queda mucho más natural la peluca, se mezcla con tu pelo; al final, como todo, se acaban cayendo!
Te colocan la peluca, muy fácil, me la pegaron en 3 puntos con una especie de celo de doble cara, (como cuando pegábamos fotos en los álbumes!) y gomita ajustable por la nuca.
Las sensaciones, 17 de Agosto, primero calor, unido al sofoco de la quimio recién inyectada y después peso, tenía mucho más pelo;
Me aconsejaron quitármela una vez a la semana, no hacía falta más, eso me daba la posibilidad de ir a lavármela a la peluquería y que siempre me la colocaran ellas. Qué relajo, me daba miedo enfrentarme a ponérmela yo sola y sin el stress de que me pillaran los pequeños sin ella!
Un día me envalentoné y decidí quitármela para la ducha, qué gusto, qué de sensaciones agradables; qué descanso; qué gozada mojarte y acariciarte el cuero cabelludo; qué cómodo no tener que cogerte un moñete para evitar que se moje; que no se encrespe con la humedad de la ducha; tener que ponerte ese gorro tremendo de abuela de caperucita (juro que no lo uso nunca, pero se que es una práctica habitual!).
La primera vez que te tienes que colocar la peluca, tardas un rato en encontrarle el sitio. Hacedlo con todo el tiempo del mundo, sin prisa, después de esa ducha llena de sensaciones nuevas; asusta pero no os preocupéis que se aprende enseguida.
Por las noches en cambio nunca me la quitaba. Las primeras, tenía esa sensación que te produce ponerte un reloj nuevo que pesa más que el anterior, como que te das cuenta de que llevas reloj. Pues la peluca idem, tienes la sensación de tener en la cabeza algo nuevo, una diadema, una gorra, una pinza,…pero como todo, en 1 semana, sensación asimilada!
Cuando ya le has cogido el truco a cortar y poner adhesivos nuevos, a ponértela y quitártela, incluso a lavarla en casa, es cuando empieza a darte alergia el celo; tampoco pasa nada, un poquito de pomada y a la pelu a que te los cambien de sitio.
Sin darte cuenta, se acaba la quimio, bien! Ahora empieza a crecer tu pelo. Esto se hace un poco largo, 1cm al mes mas o menos, pero ya estamos en la cuesta abajo!
Los adhesivos ya no pegan y te los cambian por unas peinetas pequeñas de clip que se enganchan al pelo. Al principio la sensación es que no se sujeta como antes, que va a venir una ráfaga de viento y va a salir la peluca volando; pues tampoco pasa!
En este punto hay que quitársela para dormir por lo menos, para que el pelo nuevo se oxigene y crezca sano. En mi caso un estrés, a ver si van a venir al cuarto los pequeños!
Cómo el pelo es muy frágil al principio, la peineta lo acaba arrancando, cada cierto tiempo volvemos a la pelu a que las cambien de sitio!
Sigue creciendo el pelo y ahora empieza a asomar por las patillas y la nuca, toca empezar con el tinte porque sale tan negro que no tiene nada que ver con el color de peluca. Nada de teñirte en casa; que lo haga un profesional familiarizado con el tema que el tinte puede dar alergia.
Ya solo queda decidir cuando quitártela, pero primero asesoramiento para que te den un look estiloso. También aquí tuve suerte, Javier, que es un primer espada y también tiene cáncer, le dio mucha naturalidad al asunto. Me recortó lo justo, un corte moderno y estiloso, para que pareciera que me había dado la vena de cambiar radicalmente de imagen.
«Mamá qué has hecho, te has vuelto loca!!! No me lleves al cole en una temporada por favor!»
Duró dos días, se cansaron de oír a TOOOOODO el mundo que me veía lo ESTUPENDA! que estaba con ese nuevo look y se lo acabaron creyendo.
Sé que hay gente que tira la peluca a la basura, que la quema, que la odia, …yo le tengo mucho cariño, a mi me ha ayudado a encontrarme ESTUPENDA!
Aquí la tengo esperando a que Javier se decida a poner en marcha su proyecto «PASA LA PELUCA»
A mi me dió por la peluca pero para muchas no será la mejor opción, así que otro día os cuento el resto de inventos, que HAY UN MONTÓN y esto es muy personal!
11 julio, 2013 en 10:22 pm
Hola. Soy nuevo en el blog y como profesional del y para la recuperación del cabello me a parecido tu exposion del tema muy natural y ESTUPENDA muy clara y sobre todo muy real yo que lo veo a diario creo que lo as reflejado perfectamente y la pena es que muchos profesionales como yo. Nos equivocamos en tratar la caída el cabello como un problema y tu lo as plasmado como realmente es. Natural y real una felicitación y sigue exponiendo los temas como lo haces ahora
12 julio, 2013 en 9:36 am
Gracias Jose Manuel, creo que dar naturalidad a las cosas es la mejor forma de afrontarlas! Me alegro que le guste a un profesional, por favor comenta cuando hable de estos temas así tenemos la opinión del experto, yo soy una aficionada en todo!
11 julio, 2013 en 5:54 am
Que pasada María. Que bien que lo cuentes con tanta naturalidad.
12 julio, 2013 en 9:38 am
Así están avisadas las que lo tienen que pasar! No se acaba el mundo el día que te rapas, hay cosas peores aunque ese día y los siguientes no lo ves!!
6 julio, 2013 en 10:01 pm
Jo María, como me ha gustado. Que bien lo has contado… Me parece estar en Mallorca tocándote el pelo y diciéndote q estaba estupendo todavía y tu advirtiendome de q me podia quedar con el mechon en la mano!!
Ne
12 julio, 2013 en 9:36 am
Que momento!
5 julio, 2013 en 2:06 pm
Hola María! Yo ya me he despedido de mi peluca. El miércoles la entregué en la Fundación que tienen donde la compré, así como algunos de los pañuelos y gorritos que usé. Estoy segura de que alguien la podrá seguir usando y hacerle sentir Estupenda!! En mi caso, me recomendaron que no tuviera puesta la peluca más de 8 horas al día, por lo que en la casa estaba siempre con gorritos y la verdad que me acostumbré y realmente utilicé bastante poco la peluca. Pero como bien dices, la impresión de ver los mechones de pelo en la mano es increíble. A mí me aconsejaron cortarlo estilo chico (de los de antes…) incluso antes de empezar la quimio, así sería más fácil y menos traumático el perderlo a los 15 días de la primera sesión. Y así lo hice. Buena decisión, la verdad.
Pero ya tengo toda la cabeza cubierta de pelo y empieza a crecer. Ahora, sólo pañuelos hasta que tenga un largo que puedan hacer algo con él y por supuesto… la pamela!!!
Sabes lo malo es que no se puede decidir dónde vuelve a crecer el pelo y dónde no!!!! jajaja.
5 julio, 2013 en 6:02 pm
Isabel, me encanta lo de no poder decidir dónde sale y dónde no! Me ha entrado un ataque de risa porque me has pillado con la pinza, ya verás con el tamoxifeno! Bss
5 julio, 2013 en 8:08 am
Que bien explicado siendo tan íntimo. Tengo tres amigas ready para el proyecto PASA LA PELUCA de Javier. Pasad buena semana. Desde la soleada Formentera, te leo el próx. Viernes.
5 julio, 2013 en 4:12 pm
Que suerte Formentera! A ver cómo montamos «PASA LA PELUCA» le daremos una pensada estas vacaciones!
Date un bañito por mí. Hasta el viernes!
5 julio, 2013 en 7:06 am
Hola María. A mi me pasó lo mismo. La gente creía QUE ERA MI PELO !!!. Cuando se enteraban de que estaba con la quimio me decían, » pués que suerte que no se te haya caído el pelo «. Yo también la guardo y si alguien la necesitara, se la paso con todo el cariño y la satisfacción de ver la sonrisa de mi madre cuando me vio con ella puesta la primera vez !
5 julio, 2013 en 4:09 pm
Fíjate Magdalena, a mis hijos se la tuve que enseñar! No se creían que había estado 9 meses con PELUCA. Bss